MÁS MICRORRELATOS

viernes, 20 de febrero de 2009

Ahora les toca a los microrrelatos de 2º C ver la luz. ¿De qué sirve una obra artística si no se encuentra con su público? Este blog sirve para dar salida a las inquietudes de esos jovencitos que descubren que disfrutan escribiendo.
En esta ocasión la palabra elegida al azar fue "PIZARRA". Alrededor de ella surgieron estos minúsculos relatos, que reproducimos a continuación.

EL PROFESOR DE CIUDADANÍA
"Era lunes por la mañana. Mal día para mí, pues aparte da haber salido de un maravilloso fin de semana, a primera tocaba ciudadanía. Llegué a clase, a la hora en punto, pues si llegaba tarde el profesor me pondría un retraso. Él siempre estaba allí antes, pero esa mañana no había llegado.
Cuando entré por la puerta, mi compañera Valentina estaba pálida y con el rostro desencajado. Estaba mirando la pizarra.
Cuando yo miré, también me quedé blanca, pues en ella ponía con letras en cursiva: "Vais a morir todos, pequeños atontaos"
¿Quién habría sido? ¿El profesor de ciundadanía o era una broma?"
RESURRECCIÓN BALSALOBRE
LA CAÍDA DEL AMOR
"Os voy a contar la historia de amor entre mi novio y yo.
Un día, en clase, la profesora me dijo que saliera a la pizarra a corregir un ejercicio. Me levanté y, sin darme cuenta, tropecé con la mochila de un compañero. Me caí delante de toda la clase.
Todos mis compañeros se reían de mí, yo me puese colorada y me dio mucha vergënza. Estaba a punto de llorar, cuando Alejandro, otro compañero, que ahora es mi novio, me dio la mano y me ayudó a levantarme.
Él y yo salimos de la clase corriendo y en el pasillo hablamos.
Entonces, Alejandro me besó. Desde aquel día, que
casualmente era un catorce de febrero, estamos juntos.
Llevamos ya muchos años de novios y yo siempre salgo voluntaria a la pizarra para corregir".
Mª DOLORES SOLA
¡MENUDO MARTES!
"Era un martes 13.
Se dice que ese día da mala suerte y nunca mejor dicho.
Eran las 11.15, hora de salir al recreo. Tenía que ir a la cantina, pues se me había olvidado el bocadillo. Iba nerviosa porque después me tocaba exponer en Naturales un trabajo en la pizarra.
Bajando por las escaleras me caí y pasé mucha vergüenza. Todo el mundo se rio de mí. Pero, eso no fue todo. Tocó el timbre para ir a clase, todo el mundo había expuesto ya su trabajo y me tocaba a mí.
Salí a la pizarra. Noté que todos me miraban y cuchicheaban, pero yo seguía hablando. Hasta que me dijo un compañero: "¡Lucía, la bragueta!"
Yo quería que me tragara la tierra.
Desde ese día nunca salgo a la pizarra".
LUCÍA RODRÍGUEZ

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